Artemisa cumplió su séptimo aniversario como provincia y este resulta un momento oportuno para recordar algunos de los mejores momentos del movimiento deportivo en nuestro joven territorio.
Sin dudas, ha sido la actividad del músculo una de las esferas con mayores avances en la tierra de la diosa griega. Luego de un comienzo difícil y casi desde cero, los deportistas y entrenadores han logrado estabilizar el paso y mejorar los resultados cada día.
El más claro ejemplo resulta el béisbol, en las dos primeras Series Nacionales donde incursionamos, siempre estuvimos al borde del abismo y entre los peores conjuntos del torneo; sin embargo, tras la llegada de Dany Valdespino al banquillo de los Cazadores ha sido otra la historia.
En las últimas cinco ediciones hemos logrado estar entre los animadores de la segunda fase en tres de ellas, con destaque para lo realizado este año, al conquistar un quinto lugar histórico, y derrotar al difícil Ciego de Ávila en una emociónate serie por el comodín.
Ahora, los resultados de nuestro pasatiempo nacional no se limitan a los mayores. Quién puede olvidar aquel título en la primera Serie sub-23, y luego el segundo puesto de la tercera edición. También vale recordar el bronce en el nacional juvenil de hace par de años.
Internacionalmente, nuestra provincia ha obtenido grandes resultados igualmente. De la mano de las dos reinas del deporte artemiseño Idalis Ortiz y Marlies Mejías, junto a William Collazo, José Ángel García o Miguel Lahera por sólo mencionar algunos.
Idalis se merece todos los aplausos del mundo. Par de medallas olímpicas, el inolvidable oro de Londres`12 y la plata de Río`16, junto a títulos del orbe y de cuanto certamen internacional se ha presentado. Por todo ello ha sido elegida cuatro veces como la mejor atleta femenina de Cuba.
De las buenas actuaciones de Marlies estuvieron llenas nuestras páginas el pasado año, pero quisiera recordar un episodio casi increíble, si no se tratara de una deportista como ella. Me refiero a las cinco preseas áureas conseguidas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz`14, allí ganó tanto en la pista como en la ruta y… ¡lesionada en una pierna! Luego se aventuró en la segunda edición de la Titán Tropic y también arrasó con sus rivales.
El experimentado William Collazo también nos ha brindado muchos alegrones en estos años, su inclusión -como parte la posta del 4x400m- en las últimas finales de los principales eventos del campo y pista a nivel mundial, tanto en los Juegos Olímpicos de Río, el Campeonato Mundial de Londres y el mundial de relevos en Bahamas.
Por su parte Lahera y José Ángel se han puesto la franela del equipo Cuba en más de una ocasión últimamente, como hicieron antes el eterno Pedrosito o Yuliesky González. Para recordar siempre el primer gran torneo del barbero de Guanajay, el Premier 12, donde lució como el mejor serpentinero de la lid para nuestro equipo.
Otro alegrón internacional lo protagonizó hace poco el pelotari candelariense José Alejandro Legorburo, al obtener el subtítulo mundial juvenil en la modalidad de frontball y otros buenos resultados en el trinquete a 30 metros.
De nuevo en casa
El béisbol no ha sido el único que nos ha traído triunfos y alegrías intrafronteras, el fútbol también ha sabido ganarse su espacio. Entre los mayores se logró clasificar a la primera división por primera vez. También recordemos el oro en el nacional juvenil en 2016 y recientemente se sumó el segundo puesto en la primera Liga Nacional sub-23 al cuarto lugar en el sub 15 y el quinto en el femenino, todo esto el pasado año.
Otro deporte colectivo que vivió su momento de gloria fue el baloncesto con dos podios consecutivos en la Liga Superior, aunque en los dos últimos años los resultados no han sido iguales; en la más reciente edición nos emocionó la elección de Osmel Oliva como jugador más valioso.
El ajedrez, mientras tanto, ha tenido una progresión increíble. A los buenos resultados de Wilber Vargas y compañía, se han sumado los noveles Geydis Mantilla y Raynner Alonso, junto a otros pequeñines -principalmente de Guanajay y Artemisa- que exhiben grandes resultados tanto a nivel nacional como internacional.
También hemos visto como renace uno de los deportes insignias de Artemisa, el tenis de campo que busca retornar a sus mejores días y ya hoy la mitad de los atletas del equipo nacional son artemiseños.
El ciclismo, con Marlies Mejías aparte, también se ha robado cintillos con el par de títulos por equipo y los individuales de José Mojica en los Clásicos ciclísticos cubanos, a ellos debemos sumar el de la montaña de Yasmani Balmaceda el pasado año y el de Álvaro Soca entre los menores de 23 años en 2016.
A riesgo de olvidar algún nombre o evento, estos son -a mi entender- los principales hitos deportivos que han marcado a esta provincia en su joven historia. Esperemos que cada día nuestros atletas y entrenadores sepan enriquecerla con cada vez más y mejores resultados, tanto en Cuba como en la arena internacional, para cada día sentirnos más orgullosos de ser artemiseños.