Hoy les hablaré acerca de una tendencia que está muy de moda hoy día. Las redes sociales son un lugar para socializar unos con otros. Generalmente el motivo inicial de ser muy activo en el uso de los medios públicos es buscar atención, pedir opiniones y comentar imágenes, pero con el tiempo se acaba convirtiendo en dependencia y se llega a compartir más de la cuenta.
Su aparición ha borrado las fronteras de la interacción en el ciberespacio, por lo que los usuarios pueden acceder a ellas cada vez de una forma más sencilla. Estas aunque pueden tener diversos objetivos, no sólo presentan funciones de comunicación en forma de envío de mensajes, llamadas de voz y videollamadas, sino que las diversas funciones disponibles pueden incluir además la transmisión en vivo y directo, la carga de diversos tipos de fotos y vídeos en la página de perfil acompañados de diversos pies de foto para complementarlos, y la más interesante de las funciones lo constituyen las famosas historias, que comúnmente tienen un tiempo de vida finito tras su publicación (generalmente de 24 horas), y provocan que se convierten en algo muy interesante y entretenido cuando los usuarios navegan por las redes sociales.
Debido a esto, estando hoy día en la era de las redes sociales, compartir detalles de nuestra vida diaria se ha convertido en algo común. No obstante, el término oversharing se refiere a la tendencia existente de divulgar demasiada información personal en plataformas digitales como redes sociales, blogs y foros. Esto puede incluir detalles íntimos sobre la vida personal, relaciones, problemas de salud, finanzas y opiniones políticas.
Alguna vez te has preguntado: ¿Eres de la generación selfie? Este es otro término que se utiliza para describir a la generación de jóvenes que han crecido en la era digital, los nativos tecnológicos y que tienen una fuerte inclinación por tomarse y compartir selfies en redes sociales. ¿Tienes una nueva pareja o rompiste relaciones diplomáticas con un viejo amigo? Compartir. ¿Pasaste unas increíbles vacaciones visitando lugares fabulosos? Compartir. ¿Realizaste la última compra en línea? Compartir. ¿Sacaste la licencia de conducción? Compartir. Compartir. Compartir. ¿Te resulta familiar esta rutina? Si es así, ten cuidado: quizás estés compartiendo información de más.
Si hay alguien que se enfrenta a cualquier problema, ya sean leves o graves, en momentos como este, buscará siempre apoyo social de las personas que le rodean para sentirse valorado, cuidado y querido. En este caso las personas que sienten que reciben apoyo social, se sienten emocionalmente seguras porque se fijan en ellas, reciben consejos o una impresión agradable sobre ellas mismas. Sin embargo, las personas que no reciben apoyo social intentarán encontrar formas de obtener satisfacción y atención del entorno.
Los motivos para compartir contenidos en Internet pueden caracterizarse como una compleja combinación de factores psicológicos, sociales y culturales que influyen en la decisión de los individuos de compartir sus pensamientos y/o información en el espacio en línea. Los usuarios comparten contenidos en Internet por varias razones. Su motivo para compartir contenidos puede ser la necesidad de expresarse y crear una identidad en línea. De este modo, estos comparten contenidos que reflejan su personalidad, valores e intereses. Otro motivo para compartir contenidos en línea se debe a la necesidad de mantener relaciones con otros usuarios. La interacción mutua con los demás incluye intentar mantener el contacto con conocidos, así como crear nuevos lazos sociales. El motivo para compartir también es la necesidad de obtener una respuesta positiva y reconocimiento social, que llega al usuario a través de likes (Me gustan), comentarios o compartiendo sus propios contenidos.
El compartir contenidos también está respaldado por la necesidad de expresar intereses personales. En este contexto, Internet sirve tanto para el entretenimiento propio como para entretener a otros usuarios. Los usuarios también comparten contenidos por muchas otras razones, como la necesidad de presentar información y contenidos educativos, la necesidad de activismo social, político o medioambiental, etc. En resumen, cuando se trata de un usuario adulto, existe la presunción de que compartir contenidos en Internet no le pone en peligro y se ajusta a las normas de seguridad y ética.
Los más jóvenes comparten por lo general contenidos relacionados con su actual desarrollo socioemocional, cognitivo y psicosocial. En otras palabras, estos usuarios comparten contenidos en Internet por una serie de razones, que a menudo están vinculadas a sus necesidades, estrechamente relacionadas con sus etapas de desarrollo. Desde el punto de vista del desarrollo psicosocial, compartir contenidos en Internet puede servirle como medio de autorrealización y construcción de su identidad. De este modo, presentan sus intereses, experiencias y valores a través de Internet.
En las plataformas en línea se habla cada vez más del fenómeno de compartir en exceso. Compartir en exceso suele asociarse a las plataformas de redes sociales, donde las personas comparten una gran cantidad de actualizaciones personales, fotos, opiniones y experiencias sin tener en cuenta las posibles consecuencias. Compartir y compartir en exceso no pueden considerarse sinónimos.
Aunque la autoexpresión y la conexión son valiosas, es importante encontrar un equilibrio entre compartir y mantener los límites personales, la seguridad en línea y el bienestar propio y de los demás. Así, aunque compartir aspectos de la propia vida puede ser una forma sana de conectar con los demás y expresarse, compartir en exceso, según los expertos, puede desencadenar, por ejemplo, ansiedad, adicción a internet o búsqueda de atención, y puede tener efectos negativos como pérdida de privacidad, comprometer la seguridad de una persona, dañar su reputación o la de sus familiares, tensar las relaciones, malentendidos o sentimientos heridos, sobrecarga de información y fatiga por el volumen de contenidos, reducción de la autenticidad del individuo por compartir para llamar la atención en vez de para establecer una conexión genuina, entre otros.
Entre sus principales riesgos se encuentran:
- Privacidad: Compartir detalles personales puede hacerte vulnerable a robos de identidad y otros delitos.
- Seguridad: Publicar tu ubicación o planes puede poner en riesgo tu seguridad física.
- Reputación: Información inapropiada o excesiva puede afectar tu reputación personal y profesional.
Para evitar el oversharing recomendamos desde la columna:
- Piensa antes de publicar: Reflexiona sobre si la información que vas a compartir es realmente necesaria y segura.
- Configura la privacidad: Ajusta las configuraciones de privacidad en tus redes sociales para limitar quién puede ver tus publicaciones.
- Sé selectivo: Comparte información personal solo con personas de confianza. Selecciona tu grupo de amigos de confianza.
- Se considera importante educar a los más jóvenes sobre elementos esenciales de la seguridad en línea, lo que incluye aclararles aspectos sobre los posibles riesgos asociados al hecho de que estos compartan información más de la cuenta. Se recomienda a los padres tener conversaciones con nuestros jóvenes acerca de temas tan recientes como el ciberacoso, los contactos peligrosos y las implicaciones que pueden tener el hecho de compartir información personal en la gran red de redes. Los expertos advierten que hay que enseñar a los niños que el comportamiento en línea tiene grandes consecuencias. Al mismo tiempo, los resultados de investigación recientes recomiendan que padres e hijos exploren juntos el mundo digital y aprendan así a utilizar juntos las nuevas tecnologías, aplicaciones y sus posibilidades. Esto permite de nuevo no sólo la intervención preventiva de los padres, sino también el hábito de utilizar la tecnología no sólo por separado, sino también de conjunto.
- Evita compartir detalles identificables: No publiques fotos que revelen la ubicación, la escuela, los lugares que frecuentas o simplemente las actividades comunes de que realizas junto a tu familia.
- Puedes usar los Recuerdos en el caso de Facebook, por ejemplo, como incentivo para borrar publicaciones antiguas, y revisar quién puede ver tu actividad o encontrarte en el sitio. De igual forma otras redes sociales permiten acceder al contenido publicado en una fecha determinada y así poder realizar acciones de limpieza programada.
Sin dudas esto si no tiene control puede tener consecuencias negativas para nuestra privacidad y seguridad. Por tanto se pone de manifiesto la necesidad de realizar esfuerzos constantes para mejorar la seguridad de los datos, establecer la confianza y fomentar una mayor sensación de control sobre la información personal por parte de las plataformas de medios sociales y los usuarios. Para garantizar que los usuarios de las redes sociales tengan una experiencia en línea más segura a medida que se desarrolla la tecnología, será esencial fomentar un mejor conocimiento y uso de las funciones de privacidad. Consideramos además que es importante ser conscientes de lo que compartimos en línea y tomar medidas para proteger nuestra información personal.
Cubadebate.
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