Sí, amigos, en las redes hay mucha gente inteligente, creativa y movilizadora. Les propongo desarrollar una campaña; pero, no una campaña de uno o dos días; sino, una campaña perdurable, estable y persistente, por el AHORRO. Realmente estamos monotemáticos. Namá' hablamos de coronavirus, coronavirus y coronavirus. Fíjense en que ya no hablamos de pelota ni de fútbol. Debemos estar mal pa' que no hablemos de pelota o de fútbol. Entonces... les propongo que inundemos las redes con una campaña por el ahorro. Si no, el país se nos desangra. Una de las principales fuentes de ingresos está en cero (0): el turismo. Y estamos en las casas, aislados: gastando, gastando, gastando...
En esa campaña podemos convocar a:
1. Desconectar el refrigerador 1 o 2 horas en el día.
2. Usar la luz natural, lo + que se pueda.
3. No esperar que los tanques elevados se desborden pa' apagar la turbina.
4. No tener las luces exteriores encendidas, si hay luz natural.
5. Desenchufar cuánto equipo no se esté usando.
6. Realizar las actividades en las que + energía eléctrica se gasta, lejos del horario pico: planchar, cocinar, lavar...
7. Ahorrar en la casa —y contribuir con el ahorro— en el centro de estudio o de trabajo y en la vía pública. ¡¿Cuántas luminarias, del alumbrado público, no habremos apagado a las DIEZ DE LA MAÑANA?!
8. No tener equipos encendidos por gusto.
9. Seguir el ejemplo de mi vecina, la que —a cada rato— grita: "¡Jimaguas, ¿a quién dejaron viendo el televisor...?"
10. Multiplicar este mensaje por 100.