El término “Internet de las Cosas” fue acuñado en el año 1999 por Kevin Ashton, un científico computacional inglés, mientras trabajaba en Procter & Gamble (P&G). Ashton propuso el uso de etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) en la cadena de suministro. A partir del próximo año comenzó a materializarse con el desarrollo de sensores más avanzados y la expansión de la conectividad a Internet. Los dispositivos comenzaron a interconectarse y a compartir datos de manera más eficiente.